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Rampo hacia una geosofía que crea su luz, como esos mosaicos bizantinos en los que el oro ilumina el espacio, fondo de oro rojo de los íconos y paisajes cobrescentes de la escuela persa ... es llamativo que esos paisajes a linterna no transparenten en el día, sino que incandezcan entre la medianoche y el alba sobre las arenas. La geosofía de visión se topa en cada vaho de grano con una psico-geografía de miración: entre ambas extraen la Sabiduría de las Arenas, no tanto una mancia escolar como una conspiración sígnica viva, o sobrenaturaleza victoriosa, ya que transfigura por hágase cada rayo de esto, en una sinfonía de pre-potencias de azar. Después uno sacude la cabeza para sacarse el polvo de la tumba, mientras recita de memoria los versículos intransferibles de su Éxodo.
Del Shaikh Adi